martes, 6 de octubre de 2015

Pintura del Tardobarroco y Rococó


La pintura del barroco tardío y rococó

Frente al espléndido período barroco del siglo XVII con una proliferación de focos y nombres en las diferentes escuelas nacionales pictóricas, dando lugar a figuras como Caravaggio, Poussin o Rembrandt, la pintura del siglo XVIII va a sufrir un considerable descenso en calidad y número de autores a tener en cuenta. En el período que nos ocupa, sobre todo en lo que se ha llamado tardobarroco y rococó, las fórmulas se internacionalizan y la difusión de esquemas que se hacen arquetípicos, tanto en los géneros en general como en determinadas iconografias en particular, se repiten en los diferentes países y principales focos artísticos. En algunos casos sus intérpretes tratarán de mantener a ultranza sus características esenciales, intentarán la renovación dando lugar a una serie de pintores de gran vigencia y repercusión en otras escuelas.

Einaldo y Armida
De François Boucher. París, museo del Louvre
Fue inspirado por el poema épico del siglo XVI “Gerusalemme Liberata” de Torquato Tasso. Rinaldo y Armida son una pareja de amantes en el poema que es un relato idealizado de la primera Cruzada que terminó con la captura de Jerusalén en el año 1099  y con el reinado cristiano. Armida, una bruja, hermosa y virgen había sido enviada por Satanás para vengarse del príncipe cristiano Rinaldo después de que el rescatara a sus compañeros que ella había convertido en monstruos. La historia de odio convertido en amor, el que Rinaldo se fuera, forman una secuencia de temas que fueron muy populares con los artistas franceses e italianos de los siglos XVII y XVIII.

Aunque no hay tanta variedad de autores aun así tenemos obras maravillosas y pintores como francisco de goya que es el profeta dela modernidad.

Fuente:
Historia Universal del Arte, volumen 8, Editorial Espasa. 

viernes, 2 de octubre de 2015

La carta de amor


La carta de amor
Es una pintura de Johannes Vermeer, un artista holandés. Se encuentra en el Rijksmuseum en la ciudad de Ámsterdam, Países Bajos. Es un óleo sobre lienzo de dimensiones pequeñas (44 x 38.5 cm). No se sabe la fecha exacta en la que fue realizado pero se cree que fue entre los años 1669-1670. Está firmado: JVMeer. Es de estilo Barroco.
En la pintura una sirvienta le entrega una carta a una joven con un laúd. Por la manera en que está vestida la mujer, sabemos que es de clase alta. Cuando la sirvienta le da la carta, deja de tocar el laúd y voltea a verla, con una mirada interrogante. La cortina da la impresión que el espectador está viendo una escena personal y privada. El suelo ajedrezado da la impresión de tridimensionalidad.
 Se llama suelo en damero y es típico de Vermeer.  Sabemos que es una carta de amor porque ella está sosteniendo un laúd, específicamente un cistro. El laúd era un símbolo de amor, del amor carnal en el siglo XVI. Además la zapatilla tirada que se ve en la parte inferior del cuadro refuerza la idea del amor. 
La zapatilla tirada era un símbolo del amor ilícito. La escoba, el cesto de mimbre y el cojín para hacer encaje representan lo doméstico, el que estén a un lado de la pintura podría significar que los temas domésticos se habían apartado, habían sido olvidados.
También puede verse un mapa en el fondo a la izquierda de la puerta. Atrás de las mujeres se ven dos cuadros. Uno de ellos es una marina que puede hacer referencia a los riesgos de los viajes o a la agitación de las pasiones amorosas. También suele darse éste significado a la chimenea que puede verse en estas escenas de género.
En lo personal me parece una pintura hermosa, me da la impresión que el artista me da la oportunidad de observar un momento íntimo, muy personal entre estas dos mujeres. Las luces y sombras y el piso me dan la impresión de profundidad. Me hace sentir que estoy entrando al cuarto en donde están, que tengo que caminar hacia ellas para saber más. Las expresiones en sus caras me dicen exactamente lo que están pensando y lo que sienten. 
El fondo nos da una idea de cómo era la vida en esa época, de cómo era un día en la vida de éstas mujeres, por las partituras sé que es una mujer que es educada y sabe tocar instrumentos. La carta tiene mucho poder porque es lo que causa la reacción de la joven y por eso y otros factores sabemos que se trata de una carta de amor. Es curioso ver que aunque ha pasado mucho tiempo, el amor nos sigue afectando de la misma manera y siempre será un tema vigente. 
Fuentes:
Cirlot, Lourdes (dir.): Vermeer, «La carta de amor», en las pp. 120-121 de Rijksmuseum I • Ámsterdam, Col. «Museos del Mundo», Tomo 23, Espasa, 2007. ISBN 978-84-674-3826-0

Rynck, Patrick de: Johannes Vermeer, «La carta», en las pp. 328-329 de Cómo leer la pintura2005, Grupo Editorial Random House Mondadori, S.L., ISBN 84-8156-388-9